lunes, 11 de noviembre de 2013

AMÉRICA EN 1492

 
Al llegar Colón al Nuevo Mundo en 1492, el continente estaba poblado por los amerindios de ascendencia asiática, en diferentes estadios históricos y diferentes territorios. En ambos extremos -norte y sur- del continente, en las frías llanuras canadienses y las Montañas Rocosas, junto a las llanuras patagónicas y los Andes meridionales, habitaban pueblos aún en estado depredador: esquimales (al norte) y patagones (al sur) entre otros.
En los actuales Estados Unidos habitaban tribus ya conocedoras de la agricultura desde el inicios del año 1 d. C en adelante: apaches, comanches, iroqueses, sioux, etc. Por su parte, este mismo tipo de tribus se extendía desde las llanuras pampeanas y del Chaco hasta el Caribe, pasando por las densas selvas amazónicas hasta los llanos del Orinoco: guaraníes, tupinambas, jíbaros, yanomamis o caribes entre otros. Pueblos de mayor tradición agraria se localizaban al norte de México (chichimecas) y en Colombia (chibchas).
Caso aparte son las tres grandes civilizaciones de estados esclavistas, politeístas, con excelentes creaciones artísticas y culturales: aztecas (meseta central de México), mayas (selvas de Centroamérica) e incas (entre los altiplanos andinos y el pacífico).
Este será el gran mosaico de pueblos amerindios que entrarán en contacto con occidente y que se verá irreversiblemente abocado al mestizaje, a veces con tintes dramáticos.

domingo, 10 de noviembre de 2013

LA BATALLA DE GUADALAJARA

 
 
Al acabar la batalla del Jarama, Franco intentó una nueva ofensiva antes de abandonar el propósito de conquistar Madrid como objetivo prioritario de guerra. Fracasados los ataques por el noroeste en el varano de 1936, por el suroeste en el otoño y, por el sudeste, en febrero del 37, ahora lo intentaría por el noreste-este, es decir, atacaría siguiendo la carretera de Barcelona en dirección a la capital provincial, a Alcalá de Henares y, por último a Madrid. Para ello contaba con el ejército italiano, el Cuerpo de Tropas Voluntarias al mando del general Roatta, muy confiado tras su fácil ofensiva en Málaga a inicios de enero, así como la División Soria, al mando del general Moscardó.
El día 8 de marzo se inicia con un bombardeo y un avance de tanques italianos, aunque la niebla les impidió un avance profundo. Sin embargo, al día siguiente, las Brigadas Internacionales les detuvieron momentáneamente, aunque el día 10 lograban entrar en Brihuega. El día 11 logran rechazar a los brigadistas y toman Trijueque, aunque no consiguen entrar en Torija por el barrizal y la fuerte agua-nieve que caía. Además no tenían apoyo aéreo ni por el flanco noroeste, el del ejército español de Moscardó, que tras tomar Cogolludo y Jadraque, queda detenido cerca de Hita.
Por fin, el día 12, los republicanos se lanzan a la ofensiva, con apoyo aéreo y de tanques soviéticos, que consigue detener el avance italiano. Al día siguiente, los republicanos de Líster cercan a un ejército italiano en Brihuega. Entre los días 14 y 17 se suceden los bombardeos republicanos, que destruyen gran cantidad de tanques enemigos. El día 18 los italianos logran evacuar Brihuega y, entre los días 18 y 23, los republicanos logran recuperar parte del territorio perdido, capturando gran cantidad de material de guerra italiano, abandonado en plena y desordena retirada. El día 23 se acababa la batalla.
Franco no conseguía avanzar a Madrid y dirigirá sus esfuerzos hacia el frente del norte cantábrico. Por su parte, Mussolini (que estalló de cólera al enterarse) cosechaba un rotundo fracaso ante la opinión pública internacional, al quedar patente el fracaso de sus blindados ante los soviéticos.
Simultáneamente, la prensa republicana exageró la victoria, llegando a hablar de un nuevo "Caporeto" -célebre derrota en la Primera Guerra Mundial- de los italianos. En el mismo año de 1937 los republicanos pasaron al contraataque, llegando a lanzar dos ofensivas fracasadas en los alrededores de Madrid: Segovia (primavera) y Brunete (verano).

sábado, 9 de noviembre de 2013

ARTE PRERROMÁNICO EN EL REINO DE ASTURIAS

 
Tras la invasión árabe del año 711 se formó un grupo de núcleos de resistencia cristiana en el extremo norte peninsular. Uno de ellos fue el pequeño reino asturiano, entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa, más tarde extendido hacia sus extremos este y oeste. Sus respectivos reyes fueron creando un territorio que hubo de resistir hacia el siglo X los ataques más fuertes por parte de los ejércitos cordobeses. En Oviedo se estableció su capital. En el entorno de la corte ovetense, así como en otros rincones del reino, surgió un tipo de arte que, por su cronología y características fundamentales, se inserta dentro del arte prerrománico peninsular, junto al arte mozárabe y el -ya muy lejano en el tiempo- arte visigodo.
Oviedo es el principal núcleo de obras de este arte: Santa María del Naranco, anteriormente palacio real, San Julián de los PradosSan Miguel de Lillo, entre otros, son sus principales ejemplos. Algo más al sur encontramos San Cristina de Pola de Lena. Al oeste destaca Santianes de Pravia y, al este el núcleo de Villaviciosa, con el templo de San Salvador de Valdediós como ejemplo más destacable.
 
Santa María del Naranco (Oviedo)
 

domingo, 3 de noviembre de 2013

EL REINO VISIGODO, 405-711

 
A inicios del siglo V, en plena descomposición del Imperio Romano de Occidente, tribus bárbaras siguen su penetración tras los limes de las Galias, vadeando los ríos Rin y Danubio. Ya desde el siglo anterior, la instalación era pacífica, aunque al ir comprendiendo la debilidad y los modos de vida imperiales, la llegada va siendo cada vez más violenta. Las incursiones van llegando cada vez más profundas y afectando a Hispania. Suevos, alanos y vándalos van incursionando desde los Pirineos. Más tarde, los visigodos.
La instalación de estos últimos permite la formación de un reino independiente (primer hispano de la historia) con capital en Toulouse primero, y en Toledo después, tras la expulsión de sus territorios al norte los Pirineos. Pueblo germánico, tuvo que unificar una península Ibérica fragmentada. Leovigildo fue su artífice. Antes tuvo que realizar varias campañas. Su sucesor, Recaredo, fue el implantador del catolicismo oficial ante el inicial arrianismo. Sus manifestaciones artísticas fueron muy inferiores a las romanas, dejando tan sólo pequeñas iglesias rurales y piezas de orfebrería.
Los tres principales núcleos de resistencia y de difícil sometimiento fueron:
* El reino suevo del noroeste peninsular.
* La cornisa cantábrica, con la insumisión crónica de pueblos astures y vascones, éstos últimos saqueadores periódicos del alto valle del Ebro.
* En el extremo sureste y el valle del Guadalquivir tuvo una invasión bizantina, la cual también fue finalmente sometida.
* Finalmente, la debilidad visigoda hubo de hacer frente a males internos: bagaudas de bandidaje por todo el reino, así como una insumisión constante de la nobleza local, trayendo una crónica inestabilidad y destronamientos. Precisamente, una rebelión de un señor del sur, el conde don Julián, al tiempo de una rebelión astur, propició la invasión árabe desde el sur del estrecho y el mismo final del reino hispanovisigodo de Toledo.


sábado, 2 de noviembre de 2013

EL CAMINO DE SANTIAGO


 

En la Edad media se inician las peregrinaciones hacia ciertos lugares considerados sagrados por la Cristiandad con el objeto de venerar reliquias: Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. El "camino" que conducía Santiago desde Francia fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1993.
 
Inicios históricos del Camino
El obispo de Iria Flavia, Teodomiro, descubrió un cementerio romano con las supuestas reliquias del apóstol. Alfonso II el Casto, rey astur, mandó erigir un pequeño templo, dando origen al tercer centro de la Cristiandad y al Camino de Santiago, por el que penetraron en la Península los nuevos estilos artísticos que surgían en Europa. Surgirá una red de monasterios cluniacenses en el camino y los reyes peninsulares construirán iglesias y hospitales. Años más tarde, el obispo Diego Gelmírez establece la sede arzobispal compostelana. Esta ruta sirvió, además, como medio de intercomunicación entre los diversos reinos cristianos peninsulares.
Sin embargo, desde el siglo XIV, las diversas convulsiones que atemorizan al occidente bajomedieval hacen que los peregrinos se desvíen a otros destinos y la ruta de peregrinación entre en una lenta decadencia hasta su recuperación como ruta turística en el siglo XX.
 
El camino francés
Aunque los caminos son muchos, el camino francés será el básico, pues por Francia pasan todos los caminantes europeos: desde París, por Tours; desde Vézelay, por Limoges; desde Ginebra, por Le Puy; y desde Arlés por Toulouse.
Los peregrinos cruzaban los Pirineos por el puerto de Somport, aunque más tarde lo cruzarían por Roncesvalles, camino de Pamplona. Desde ambos puertos confluían los peregrinos en Puente la Reina, procedentes de Jaca y Sangüesa. La ruta seguía por Estella, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Belorado y Burgos, donde llegaban los procedentes de Bayona, que cruzaban Guipúzcoa y Pancorbo. Desde la capital castellana seguían por Castrojeriz, Frómista, Sahagún y León, antes de entrar en Galicia. Desde Astorga y el valle del Bierzo, seguían por el Cebreiro, Portomarín, Palas del Rey y Santiago.
 
Otra rutas
Algunos de los peregrinos que entraban en la península por Irún seguían camino por la costa cantábrica: Zarauz, Guernica, Bilbao, Laredo, Santander, Santillana, Llanes, Gijón, Oviedo, Luarca, Mondoñedo y Santiago. En la actualidad es una ruta de gran belleza paisajística. Por su parte, los procedentes del sur peninsular, solían desplazarse por la vieja Ruta de la Plata. Procedentes de Al Ándalus, desde Sevilla alcanzaban Mérida, Salamanca y conectaban en León con la ruta principal.
Finisterre
A veces, los peregrinos seguían hacia el oeste para llegar al fin del mundo: el finis terrae. Allí, el peregrino se bañaba en la costa atlántica para purificar su cuerpo e iniciar su nueva vida sin pecado y quemaba sus ropas acabar de purificarse. Además, ver la puesta del Sol simbolizaba la Muerte y Resurrección.

sábado, 19 de octubre de 2013

LA DISOLUCIÓN DEL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO EN 1919


El Imperio de los Habsburgo se fue formando como una mezcla de diversas nacionalidades bajo el dominio de la minoría austriaca germanoparlante. Ya a mediados del siglo XIX, tras las revoluciones de 1848, el Imperio Austríaco se vio obligado a formar la llamada monarquía dual o Imperio Austrohúngaro de 1867, ante las consecuencias de la derrota ante Prusia de Bismarck (Sadowa, 1866) y las crecientes demandas de autonomía e independencia por parte de esos pueblos que se autoconsideraban diferentes, tanto a nivel cultural, como étnico, lingüístico o religioso, además de los que se sentían oprimidos: germanos, italianos, checos, húngaros, polacos, rumanos y croatas, entre otros.
La respuesta del gobierno de Viena se concretó en la formación de la Cisleitania, cuya capital era Viena y que englobaba territorios como Austria, Bohemia-Moravia, Croacia, Dalmacia, Cracovia o el territorio del Alto Adigio.
Por su parte, la Transleitania tenía su capital en Budapest, aunando territorios como Hungría, Bosnia, Transilvania o Eslovaquia. A finales del siglo XIX surgieron diversos estados paralelamente a la descomposición del viejo imperio Otomano en los Balcanes, muchos de ellos de cultura eslava principalmente, con Serbia como la "gran hermana "de todos ellos y como abanderada del sentimiento antiaustriaco.
A inicios del siglo XX la situación era insostenible y bastaba cualquier crisis internacional (como la anexión de Bosnia al Imperio Austrohúngaro en 1908) para desencadenar una enorme tensión en plena época de la Paz Armada. Así, los trágicos disparos de Sarajevo en junio de 1914, hicieron el resto. La Gran Guerra estaba servida.
En 1919, en los diversos tratados que formaron la Paz de París, así como la aplicación del principio de autodeterminación de los pueblos, inspirado en uno de los puntos de paz del presidente norteamericano Wilson, acabó la histórica monarquía austriaca. Nacían estados nuevos: las repúblicas de Austria, Hungría y Checoslovaquia, mientras que Croacia y Bosnia se incorporaban en el nuevo estado de Yugoslavia (heredero de la antigua Serbia) y la naciente Polonia se anexionaba Cracovia. Finalmente, Transilvania, pasaba a formar parte de Rumanía y el Trentino se incorporaba a Italia. Todo un réquiem para tan vetusto imperio y dinastía de los Habsburgo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

EL TRATADO DE UTRECHT, 1713

 
En 1713 se firmaba el Tratado de Utrecht, poniendo casi el final a la larga Guerra de Sucesión Española (1702-1713). La monarquía española quedaba seriamente perjudicada, al menos a primera vista. Felipe V, nuevo rey de España y primer monarca de la dinastía de Borbón, debía de renunciar a las viajas posesiones hispanas de la época de la monarquía de los Austrias en Europa.
El nuevo mapa -que establecía el principio del equilibrio continental entre las diversas potencias europeas y el reparto de las posesiones hispanas- quedaba de la siguiente forma:
* Flandes, el Milanesado, Nápoles y Cerdeña, pasaban a Austria.
* Sicilia pasaba a Piamonte.
* El Peñon de Gibraltar y la isla de Menorca pasaban a Gran Bretaña, la cual obtenía, además, ventajas comerciales en la América hispana y en el tráfico de esclavos.
Lo más humillante fue la pérdida de los territorios propiamente españoles en favor de Gran Bretaña. Menorca fue recuperada casi un siglo después. No así el estratégico peñón, el cual sigue en poder británico a inicios del siglo XXI.
A pesar de todo, España conservaba intacto su imperio americano y, algunos historiadores afirman la positiva pérdida de esos territorios en Europa y la liberación de guerras inútiles.
En los primeros años del reinado de Felipe V ascendió al poder un nuevo valido: el padre Alberoni, el cual envió una flota contra Sicilia para intentar recuperar los territorios italianos. Una coalición de toda Europa destrozó esa fuerza naval en el cabo Pessaro, en Sicilia. Acababa definitivamente la política expansionista de España en Europa.

martes, 15 de octubre de 2013

LAS TRES GRANDES CIVILIZACIONES MEDIEVALES HACIA EL AÑO 1.000

 
A finales del siglo IV se rompía la unidad del Mediterráneo al dividirse el Imperio Romano por Teodosio. La parte occidental, la más pobre y afectada por una crisis generalizada desde inicios del siglo III, tiene como emperador a Honorio, mientras que la parte oriental es gobernada por Arcadio. Desde el mencionado siglo III, pueblos germánicos procedentes de Asia van penetrando violentamente por los limes del imperio occidental tras ser rechazados en las fronteras del Imperio Bizantino. A finales del siglo V, Occidente entra en la larga noche del feudalismo. Casi al  mismo tiempo, el Imperio Bizantino vive sus horas de apogeo el siglo siguiente, de la mano del emperador Justiniano.
De forma inesperada, un nuevo protagonista surge en el siglo VII: en la península arábiga nace la civilización musulmana. El Islam se extiende por la orilla sur del Mediterráneo, logrando adentrarse, incluso, en la casi totalidad de la península Ibérica. La nueva cultura musulmana adopta los fundamentos del mundo clásico y, a su vez, aporta sus elementos propios y originales.
Hacia el año 1.000 se han consolidado las tres civilizaciones con sus respectivas religiones monoteístas. Bizancio (ortodoxo) y el Occidente europeo (católico) se enfrentan al Islam, tanto en la península Ibérica (Reconquista) como en Tierra Santa (las Cruzadas). De esta coyuntura histórica surgirá el despertar de Occidente, que lentamente irá progresando -a pesar del tropezón de los siglos XIV y XV- hasta convertirse en el continente hegemónico hacia 1492, con el inicio del mundo moderno.
 

lunes, 14 de octubre de 2013

CIVILIZACIONES URBANAS DEL CRECIENTE FÉRTIL

 
En el Próximo Oriente surgió la revolución agrícola del Neolítico hace más de diez mil años. También aquí surgió nuestra civilización originaria. Las primeras civilizaciones urbanas se caracterizaron por sus aportes en la escritura y en el surgimiento de las nuevas ciudades y los estados mucho más complejos en su organización. Todo ello fue posible por el favorable medio físico.
En la zona llamada tradicionalmente "Creciente Fértil", por su forma de media luna en su forma de cuarto creciente, la civilización surgió gracias a los fértiles valles de tres ríos principales: el valle del Nilo, en Egipto, el valle del río Orontes, en Palestina y, por último, el valle de los ríos Tigris y Éufrates, en Mesopotamia. Fuera de estas zonas solo hay tierras pobres: desiertos al sur de Mesopotamia y al oeste de Egipto, así como áridas y altas mesetas del noroeste al noreste.
Pueblos de raza blanca, semitas e indoeuropeos, desarrollaron importantes civilizaciones, con su cénit en Egipto y Mesopotamia, reflejadas en sus pirámides y zigurats, su próspera agricultura de regadío, sus sociedades esclavistas y las religiones politeístas, así como los avances científicos y sus escrituras cuneiforme y jeroglífica.
También surgieron las civilizaciones fenicia y judía en los valles de los ríos Jordán y Orontes. Desde esta zona se iniciaron migraciones hacia el oeste, por el mediterráneo en una importante labor de difusión cultural.

domingo, 13 de octubre de 2013

ALEJANDRO MAGNO Y SU IMPERIO, 334 - 323 a. C.


Alejandro Magno inició sus campañas en el contexto de las guerras contra los persas de Darío III que había iniciado su padre Filipo de Macedonia. Grecia respondía ahora a las antiguas invasiones de las Guerras Médicas. Tras someter Asia Menor se dirigió hacia el sur, antes de invadir el imperio persa, para entrar en Egipto, donde fundó Alejandría y se autoproclamó faraón.
Vuelto a Palestina, se dirigió ahora hacia el este con el propósito de entrar en Persia, previa conquista de Babilonia. Entrado ya en ese imperio, ocupó sus principales ciudades: Susa, Persépolis, Pasargada y Ecbatana. Desde la costa meridional del Mar Caspio emprendió su campaña en lo que hoy es Afganistán. Desde allá, inició su rumbo al sur, por el valle del río Indo, en su intento de atacar la India, país que recorrió en sus confines occidentales. Por el sur del actual Irán regresó a Persépolis y, de allí, de nuevo a Babilonia. Sin embargo, no pudo regresar vivo a su Macedonia natal, pues falleció en la capital mesopotámica, en junio del año 323, según parece que de malaria.
Tras su muerte, los generales de su ejército se repartieron el imperio y formaron dinastías de raíz griega. En realidad, sus conquistas pusieron en contacto la cultura clásica helena con las culturas del Próximo Oriente.

sábado, 12 de octubre de 2013

LA CAMPAÑA DE CATALUÑA


Franco decidió atacar Cataluña sin acordar una tregua navideña, para aprovechar así el desgaste republicano después de la batalla del Ebro. Además, le urgía ahora acabar la guerra ante el previsible conflicto mundial tras la reunión de las potencias en Múnich (septiembre de 1938). A pesar de que los republicanos iniciaron una ofensiva de distracción en Extremadura, Franco continuó sus planes. La campaña de Cataluña se iniciaba el 23 de diciembre de 1938 al mando del general Dávila. Las ofensivas se dirigirían hacia el este, desde Lérida, y desde el suroeste (Tarragona), en dirección al noreste, a Barcelona y Gerona. Un mes después (26 de enero) entraba Yagüe en una Barcelona abandonada por el gobierno republicano y reunido postreramente, junto a las Cortes, en Figueres. Dos semanas después llegaban los franquistas a la frontera (9 de febrero).
La retirada republicana hacia el norte es uno de los hechos más terribles en la represión mutua durante la guerra. A las duras represalias franquistas, típicas de toda la guerra tras la caída de cualquier zona republicana, se sumaba la de milicianos descontrolados. Éstos fusilaron masivamente a prisioneros derechistas en su poder, como es el caso del general franquista, rendido en Teruel, Rey d´Ancourt, o el obispo Polanco. Las caravanas apresuradas de camiones con fugitivos se atascaban cerca de La Jonquera y eran presa de ataques aéreos de la aviación enemiga. Es tristemente célebre la evacuación del poeta Antonio Machado y su madre, enfermos y muertos ambos casi al tiempo en la vecina localidad francesa de Colliure. La guerra estaba ya casi acabada, pues las sucesivas caídas del cuadrante suroriental peninsular y de la capital de España eran ya casi inevitables.

viernes, 11 de octubre de 2013

EL IMPERIO ROMANO A INICIOS DEL SIGLO II

 
Las civilizaciones griega y romana son la expresión de la cultura clásica, gran aportadora de los elementos de la actual civilización occidental. La Roma republicana, tras derrocar a la monarquía, inició la expansión por el mar Mediterráneo. En un primer momento hubo de enfrentarse a los cartagineses (guerras púnicas, siglo III a. C) por las que se erigió como la potencia hegemónica en el Mediterráneo occidental. Tras ello, se expandió a costa de su admirada Grecia, por el este.
En el siglo I a. C, tras el asesinato de Julio César, su sobrino Octavio Augusto acabó con la República e implantó el Imperio. El primer emperador pacificó el norte de Hispania y anexionó Egipto, pero fracasó en Germania (desastre de Teotoburgo).
Ya en nuestra era, sus sucesores fueron incorporando al Imperio: Britania, Mauritania y, sobre todo, Dacia, ocupada por el emperador hispano Trajano. Roma alcanzaba su máxima expansión y apogeo.
Sin embargo, a inicios del siglo III, comenzaba una crisis estructural imparable que llevaría a la parte occidental del Imperio a su quiebra definitiva. Las fronteras (limes) de los ríos Rin y Danubio era sistemáticamente traspasadas por las correrías de pueblos bárbaros germánicos. La situación, cada vez más insostenible hizo que a inicios del siglo IV el emperador Constantino llevase la capital de Roma a Bizancio (Constantinopla) y que, a finales del mismo, el emperador Teodosio se decidiese por dividir el imperio en dos mitades, oriente y occidente, entre sus dos hijos. Honorio quedaría con la parte ya en decadencia imparable: Roma, mientras Arcadio heredaba la parte próspera, el llamado Imperio Bizantino, que resistiría los ataques musulmanes de árabes y turcos hasta su caída en 1453.
En el año 476, Rómulo Augústulo, era depuesto por los hérulos. Era el último emperador romano. Occidente se sumía en una larga noche o Edad Media de más de medio milenio de duración.

ETAPAS DE LA CONQUISTA ROMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

 
El año 218 a. C, las legiones romanas desembarcaban en Emporion (Ampurias) con el pretexto de ayudar a sus aliados peninsulares ante el ataque de los cartagineses. Era el tiempo de las guerras Púnicas (Roma frente a Cartago), en las que ambas potencias, situadas respectivamente en las orillas norte y sur del Mediterráneo central, se jugaban su hegemonía en la zona. Tras la destrucción de Cartago, los romanos dominaron fácilmente todo el litoral mediterráneo y la desembocadura del Guadalquivir.
Más complicada, no obstante, se presentaba la invasión de la Meseta ante la dura resistencia de los pueblos celtíberos y lusitanos especialmente. El duro asedio de la ciudad de Numancia y su mito posterior así lo demuestra. También se suele aludir al mítico Viriato, caudillo del segundo pueblo aludido, el cual, tras presentar una dura guerra de guerrillas, sólo fue capturado por Roma mediante la traición.
Tras la prolongada lucha por el dominio del interior peninsular, se procedió a someter a los indómitos pueblos del norte cantábrico, los cuales hicieron necesaria la llegada a Hispania del mismo emperador Octavio Augusto con sus mejores legiones. Sólo tras la campaña del norte se logró el total domino de la península. A pesar de ello, la resistencia de esos pueblos cantábricos, en especial la de los vascones, impidió la romanización plena del territorio.

lunes, 30 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BRUNETE


BATALLA DE BRUNETE
Ante la ofensiva franquista contra Cantabria a inicios del verano de 1937, el mando republicano decide una ofensiva desde el noroeste de la provincia de Madrid que cortase la carretera de Extremadura, al suroeste, a la altura de Navalcarnero, y así cercar la Casa de Campo y obligar a Franco a retirar tropas del norte.
Se inicia el ataque la madrugada del 6 de julio por la 11ª División de Líster, que avanza unos 16 km y conquista Brunete, ante la sorpresa de los franquistas. El día 7 cae Villanueva de la Cañada, aunque Quijorna y Villanueva del Pardillo logran resistir los ataques de las Brigadas Internacionales. Sin embargo cae Quijorna al día siguiente, mientras que, el día 11, cae Villanueva. Sin embargo, Líster no continuó a Boadilla del Monte, atrincherándose en Brunete.
A partir del día 12, reforzados por tropas retiradas del norte, los nacionales repelen los ataques y las fuerzas republicanas pasan a la defensiva, produciéndose durante los días siguientes combates durísimos, con ataques y contraataques bajo un sol abrasador. La superioridad aérea de la Legión Cóndor es decisiva y los republicanos llegan a ejecuciones de desertores en el campo de batalla.
El 24 de julio los sublevados recuperan Brunete y el día 27 de julio ha terminado todo, sin que los nacionales recuperen Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo.
La batalla se saldó con 20.000 bajas republicanas y 17.000 franquistas. Los republicanos lograron una pequeña franja de territorio y sólo se detuvo un mes el ataque a Cantabria.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BELCHITE

La batalla de Belchite es una de las más desconocidas de la Guerra Civil española, a pesar de su gran importancia. Hoy, existen aún sus ruinas tal y como quedaron al acabar la batalla. El paso del tiempo va poco a poco destruyendo lo que las bombas no lograron. Unas ruinas testimonio de la barbarie de aquella guerra.
 
 
A finales de agosto de 1937, tras el fracaso de Brunete, los republicanos decidieron otra ofensiva de distracción que detuviese el ataque franquista a Asturias. Una gran ofensiva debería hacer una tenaza en torno a Zaragoza, la cual debería de caer y dar un golpe de propaganda, pues sería la primera capital de provincia que caería en poder republicano.
El 24 de agosto se inició la ofensiva. El 26 cayeron fácilmente Quinto, Mediana y Codo, llegando muy cerca de Zaragoza. Sin embargo, Belchite resistía. La población contaba con unos 3.800 habitantes y en esos momentos estaba bien fortificada, con una buena guarnición de soldados franquistas. Los republicanos decidieron tomarla al asalto, aún a riesgo de perder un tiempo precioso para  proseguir con éxito el plan trazado. Tras ser rechazada una ofensiva de socorro de los nacionales (30 de agosto), la madrugada del 5 al 6 de septiembre, los asaltantes someten la ciudad, pero no pueden impedir una salida desesperada de sus defensores, algunos de los cuales logran sobrepasar las líneas enemigas y llegar a reunirse con sus tropas. A mediados de septiembre el frente estaba estabilizado sin que la capital aragonesa cayese y Belchite quedaba reducido a un montón de ruinas.
 
Ruinas de Belchite

sábado, 21 de septiembre de 2013

EL DESASTRE DE ANNUAL, JULIO-AGOSTO DE 1921



EL DESASTRE DE ANNUAL. TRES SEMANAS DE TERROR Y MUERTE EN EL RIF
1. Mañana de 22 de julio. En Annual, falsa elevación, difícil de defender y casi sin agua, la policía indígena se pasó al bando rifeño. Los inexpertos soldados de reemplazo huyeron en desbandada hacia Melilla.
2. Día 17-21 de julio. Días antes, comenzó el ataque a Igueriben. Retirada de los soldados del capitán Benítez: se salvan 36 de 244. (208 muertos).Muchas posiciones que intentan retirarse en orden, van siendo aniquiladas.
3. Tarde del 23 de julio. Resistencia desesperada del capitán Capablanca: se salvan 3 de 130. (127 muertos).
4. Mañana del 23 de julio. Resiste la columna Romero: 37 muertos de 604.
5. 25 de julio. Los soldados de García Esteban se retiran en secreto a la zona francesa del sur, al ser descubiertos se salvan 493 de 1500. (1007 muertos).
6. Noche del 25 de julio. Bernal y Dueñas mueren. Se salvan 7 de 120. (113 muertos).
7. Medio día del 22 de julio. Volviendo a Annual, los que huyen despavoridos caen ante las balas rifeñas. Se refugian en el desfiladero del monte Izzumar. Trampa mortal. Son “cazados” en pocas horas. Unos mil muertos.
8. Del 22 a 28 de julio. Retirada desordenada del capitán Escribano. Mueren sus 85 soldados. Sólo se salva uno.
9. Mañana del 25 de julio. La tropa de Araújo, tras rendirse, es asesinada en masa: unos 900 muertos.
10. Día 23 de julio. Heroicas cargas todo el día del escuadrón de Caballería Alcántara, al mando de Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador. Al final del día son aniquilados, pero han salvado la retirada de la tropa del general Navarro.
11. Del 29 de julio al 9 de agosto. La mayoría de los supervivientes se reúnen en Monte Arruit. Resisten desesperadamente, no hay esperanza de una contraofensiva de salvamento. Tras la rendición, son asesinados 3.000 hombres. Navarro y unos pocos son apresados: Se tendrá que pagar un elevado rescate para su liberación.
12. Día 2 de agosto. Se rinde Carrasco en Zeluán: Asesinato de sus 500 soldados.
13. Día 3 de agosto. Rendición de Nador, la puerta de Melilla. Pardo Agudín es asesinado con sus soldados y colonos civiles. (71 muertos). Tras la reconquista se vieron crueles torturas de esos soldados y personas civiles. De los soldados que se salvaron en algunas de estas luchas de julio, muchos murieron después en Monte Arruit, en agosto, o en Zeluán, o en Nador. Muy pocos lograron salvarse y llegar a Melilla despavoridos.
Monte Gurugú. 20 de agosto a 10 de octubre, los cañones españoles capturados por los rifeños, bombardean casi a diario Melilla, ciudad es presa del pánico ante una hipotética y brutal conquista rifeña. A duras penas llegan los refuerzos de la Legión.
El desastre era total. El gobierno del conservador Allendesalazar, el pueblo español -que pagó con sus jóvenes el descalabro-, el rey, desde su veraneo de San Sebastián, viendo caer su ya mermada popularidad y el Ejército, impotente ante unos infravalorados “salvajes moros” ... todos juntos, asistían a un nuevo 98 veintitrés años después, cuando muchos de aquellos desgraciados de Cuba y Filipinas aún vivían.

sábado, 14 de septiembre de 2013

EL IMPERIALISMO EUROPEO EN ÁFRICA Y ASIA A INICIOS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Cuando se producían los trágicos disparos de Sarajevo en junio de 1914, los europeos estaban en el cénit de su dominio imperialista del mundo. Aparte del continente americano, ya con escasa presencia de ellos, su colonialismo era casi absoluto en África y se aseguraban el control de Asia.

 
ASIA
Desde finales de la Edad Media, los europeos anhelaban llegar a Asia tras las noticias dadas por Marco Polo y otros viajeros. Tras españoles y portugueses llegaron británicos, franceses y holandeses.
En el siglo XVIII los británicos iniciaban su entrada en la India. Este territorio, desde mediados del siglo XIX sería llamado "La Joya de la Corona" por el premier conservador Benjamín Disraeli. En efecto, la política de los sucesivos gobiernos de Londres sería agrandar y proteger sus conquistas en la India. Para una mejor protección ocuparon por sus flancos noroccidental y nororiental, Pakistán y Birmania respectivamente. Aún temerosos de cualquier ataque exterior, consiguieron firmar con otras potencias imperialistas una serie de tratados que establecían los llamados estados-tapón, es decir, países independientes, que no serían invadidos, a modo de escudo entre posibles rivales europeos.  De esta forma, Irán y Afganistán formarían un "tapón" defensivo al oeste, así como Tíbet, Nepal y Bután al norte, ambos frente al expansionismo de los zares. Por el este quedaba Siam o Tailandia como tapón frente a los franceses, que se habían establecido en la franja oriental de Indochina (hoy Vietnam). Para limitar la expansión holandesa en Indonesia, país que se hacía con las antaño codiciadas islas de las Especias, ocuparon los británicos Malasia. Insignificantes, y más que nada, simbólicos, eran los enclaves portugueses en la India (Goa) y en China (Macao), así como la parte oriental de la isla de Timor, en Indonesia.
Rusia se expandía hacia el Pacífico desde el siglo XVIII y llegó a Alaska, en América, amenazando a los establecimientos españoles del norte de Nueva España. Este avance fue frenado en el estrecho de Bering por Estados Unidos al comprar los norteamericanos el territorio alasqueño. La expansión zarista se encaminaba al sur, con el posible choque con la India británica.
Dos potencias no europeas, que se habían industrializado al ritmo del viejo continente, Japón y Estados Unidos, también se introducían en el continente amarillo. La primera ocupa la península coreana y la segunda se había introducido a expensas de España, tras la guerra de 1898.
Países asiáticos independientes, además de los citados eran: Turquía, que conservaba los restos de su viejo imperio y que perdería tras la I Guerra Mundial; y China, la cual era demasiado extensa y poblada para ser conquistada militarmente por los occidentales. Un "potro" muy difícil de montar que solo podría ser controlado desde las embajadas y por tratados que asegurasen ventajas económicas con un gobierno títere, que seguiría tras la revolución de Sun Yat Sen, primer presidente que logró derrocar el secular imperio. Por su parte, Mongolia, Arabia y pequeños emiratos, eran estados muy atrasados y apenas contaban en el interés europeo, aunque la península Arábiga empezaba a ser  tenida en cuenta por el hallazgo de pozos petrolíferos.  
 

ÁFRICA
En 1885 se celebraba la Conferencia de Berlín, en la cual los principales países europeos se repartían el continente africano. El resultado daba la gran preponderancia a Gran Bretaña y a Francia. La primera asentaba sus dominios en la zona oriental africana, con el objetivo de hacer un eje terrestre entre El Cairo y El Cabo. Su propósito sólo pudo cumplirse tras la I Guerra Mundial, a expensas de los territorios alemanes y tras la humillación de los portugueses al frenarles en su intento de unir por tierra Angola con Mozambique. Francia, por su parte, tenía que reconocer enclaves costeros en su zona noroccidental atlántica: españoles, británicos, alemanes y portugueses, así como el estado independiente de Liberia.
Aparte de estos dos grandes imperios africanos, quedaban otras potencias con dominios mucho más modestos. En el corazón del continente, se distingue el dominio belga en el Congo, inicialmente finca privada del rey Leopoldo. Por su parte, los italianos se asentaban en Libia y en las costas del "cuerno" de África, con vistas a su futura anexión de Abisinia o Etiopía.
En 1914, con la I Guerra Mundial iniciada, se dirimirían las tensiones diplomáticas entre los europeos (Paz Armada, con los incidentes marroquíes causados por los alemanes), resultando expulsados éstos últimos y surgiendo muy débilmente aún, los embriones de los movimientos nacionalistas, protagonistas del futuro proceso de descolonización.

domingo, 8 de septiembre de 2013

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: GRAN BRETAÑA HACIA 1850


Gran Bretaña fue el "taller del mundo", al ser la pionera de la industrialización. A finales del siglo XVIII iniciaba su despegue o take-off. La riqueza carbonífera y la tradición científica y técnica, permitieron al país su salto hacia adelante. La industria textil algodonera (basada en la importación de la materia prima para su reexportación posterior) primero, y la siderúrgica después, se localizaron próximas a las fuentes de energía, en este tiempo las minas de carbón: sur de gales, Norwich, Midlands, Lancashire, Northumberland y las Lowlands de Escocia. La gran ciudad de Londres concentraba la administración, los servicios y las industrias punteras. Poco a poco la isla se fue cubriendo por una compleja y amplia red ferroviaria. Paralelamente, las poblaciones de las zonas rurales empezaron un éxodo rural con destino a las minas y zonas industriales.
Hacia 1850 Gran Bretaña era la primera potencia económica y militar del planeta y se disponía a construir un amplio imperio ultramarino extendido por los cinco continentes, coincidiendo con el reinado de Victoria I.

 

REALES SITIOS DEL SIGLO XVIII


La monarquía borbónica se desplazaba periódicamente, según las estaciones, por sus palacios cercanos a la Villa y Corte de Madrid. Ya desde la dinastía de los Austrias se fue formando una red de Reales Sitios, con una variada tipología monumental.
Los fríos del invierno se pasaban más aliviados en Madrid. El vetusto Alcázar de los Austrias se incendió en la Navidad de 1735. Sobre sus cenizas se erigió uno de los palacios reales más importantes de Europa: el Palacio de Oriente, proyectado por los italianos Juvara y Sachetti, en estilo barroco tardío. Entre el incendio del Alcázar y la inauguración de dicho palacio y de Oriente, los reyes Felipe V y Fernando VI, residieron en el palacio del Buen Retiro, del que hoy no queda nada, tras su destrucción en la Guerra de la Independencia o del Francés. El palacio de El Pardo entraba dentro de esta dinámica de traslado de los reyes.
Con el despuntar de la primavera, la Corte se desplazaba al palacio de Aranjuez (1) para, al llegar los primeros calores, desplazarse al palacio de La Granja de San Ildefonso (2), lugar especialmente agradable, al pie de la Sierra de Guadarrama y rodeado de bosques de pino Valsaín. Por fin, con la llegada del otoño, la comitiva se desplazaba al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (3). En 1807 estaban los reyes en este monasterio, cuando se produjo la famosa conjura protagonizada por Fernando VII y que supuso el prólogo del Motín de Aranjuez. Por fin la Corte regresaba a Madrid (4).
Dada la diferencia en el tiempo de unas construcciones a otras, los estilos arquitectónicos difieren bastante entre sí. Basculan entre el herreriano de El Escorial, el barroco tardío de La Granja o el palacio de Oriente, al neoclasicismo, plasmado en Aranjuez.
 
Esta red de palacios suntuosos y cercanos a la capital del reino es normal en otros países de Europa, como se ve en este mapa.
 

 
 

EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS, 1906-1956



En la primavera de 1956 aterrizaba en el aeropuerto de Barajas el flamante rey de Marruecos, Mohamed V, y se entrevistaba con Franco. Marruecos accedía a la independencia de sus dos amos: Francia y España. La historia del Protectorado de Marruecos se iniciaba cincuenta años antes, tras la celebración de la Conferencia de Algeciras, entre 1905 y 1906.
La España de entonces era un país pobre y humillado por Estados Unidos al arrebatarle por la fuerza sus últimas colonias, máxime cuando los europeos se vanagloriaban de tener sus imperios ultramarinos. La vecina Europa esperaba una guerra inminente entre las potencias centrales y la Triple Entente. Alemania fracasaba en su intento de introducirse en Marruecos -último país independiente junto a Etiopía- en beneficio de Francia, que sí lo conseguía. Sin embargo Gran Bretaña recelaba de tener a la III República Francesa al otro lado del Estrecho.
Ante esta coyuntura diplomática tan complicada, se celebró la conferencia. Londres decidió que una potencia inofensiva como España debía de establecerse en la mitad norte de Marruecos para que París no hiciese sombra ante Gibraltar. Así las cosas, años después, los dos gobiernos, Madrid y París, decidían el establecimiento del Protectorado de Marruecos, el cual mantenía la soberanía interna y religiosa en persona del sultán alauí.
Tras una muy dura guerra, agudizada entre 1921 y 1927, especialmente en la zona del Rif, y en la que se formaría una generación de militares africanistas de extrema derecha sobre todo, se podía decir que la zona española estaba pacificada.
El territorio español comprendía del Atlántico al curso bajo del río Muluya. La Yebala y el Rif eran las dos zonas principales de un territorio muy pobre. Era como una zona de seguridad ante las dos plazas de Ceuta y Melilla y los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, así como los islotes de las Chafarinas.
Resulta llamativo el pequeño territorio de Tánger, convertido en un pequeño protectorado internacional. Varias potencias europeas lo administrarían conjuntamente, convirtiéndose, con el pasar del tiempo, en una ciudad cosmopolita y foco de espías durante las dos guerras mundiales.
Hoy es una zona deprimida en el actual reino de Marruecos, pero de gran atractivo turístico: del paisaje mediterráneo y montañoso de la zona occidental al semidesértico del Rif, pasando por las ciudades monumentales de Tánger o Tetuán, a las pintorescas Chauen o Larache. En la aún española ciudad autónoma de Melilla se puede admirar un conjunto modernista de especial importancia.