lunes, 30 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BRUNETE


BATALLA DE BRUNETE
Ante la ofensiva franquista contra Cantabria a inicios del verano de 1937, el mando republicano decide una ofensiva desde el noroeste de la provincia de Madrid que cortase la carretera de Extremadura, al suroeste, a la altura de Navalcarnero, y así cercar la Casa de Campo y obligar a Franco a retirar tropas del norte.
Se inicia el ataque la madrugada del 6 de julio por la 11ª División de Líster, que avanza unos 16 km y conquista Brunete, ante la sorpresa de los franquistas. El día 7 cae Villanueva de la Cañada, aunque Quijorna y Villanueva del Pardillo logran resistir los ataques de las Brigadas Internacionales. Sin embargo cae Quijorna al día siguiente, mientras que, el día 11, cae Villanueva. Sin embargo, Líster no continuó a Boadilla del Monte, atrincherándose en Brunete.
A partir del día 12, reforzados por tropas retiradas del norte, los nacionales repelen los ataques y las fuerzas republicanas pasan a la defensiva, produciéndose durante los días siguientes combates durísimos, con ataques y contraataques bajo un sol abrasador. La superioridad aérea de la Legión Cóndor es decisiva y los republicanos llegan a ejecuciones de desertores en el campo de batalla.
El 24 de julio los sublevados recuperan Brunete y el día 27 de julio ha terminado todo, sin que los nacionales recuperen Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo.
La batalla se saldó con 20.000 bajas republicanas y 17.000 franquistas. Los republicanos lograron una pequeña franja de territorio y sólo se detuvo un mes el ataque a Cantabria.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BELCHITE

La batalla de Belchite es una de las más desconocidas de la Guerra Civil española, a pesar de su gran importancia. Hoy, existen aún sus ruinas tal y como quedaron al acabar la batalla. El paso del tiempo va poco a poco destruyendo lo que las bombas no lograron. Unas ruinas testimonio de la barbarie de aquella guerra.
 
 
A finales de agosto de 1937, tras el fracaso de Brunete, los republicanos decidieron otra ofensiva de distracción que detuviese el ataque franquista a Asturias. Una gran ofensiva debería hacer una tenaza en torno a Zaragoza, la cual debería de caer y dar un golpe de propaganda, pues sería la primera capital de provincia que caería en poder republicano.
El 24 de agosto se inició la ofensiva. El 26 cayeron fácilmente Quinto, Mediana y Codo, llegando muy cerca de Zaragoza. Sin embargo, Belchite resistía. La población contaba con unos 3.800 habitantes y en esos momentos estaba bien fortificada, con una buena guarnición de soldados franquistas. Los republicanos decidieron tomarla al asalto, aún a riesgo de perder un tiempo precioso para  proseguir con éxito el plan trazado. Tras ser rechazada una ofensiva de socorro de los nacionales (30 de agosto), la madrugada del 5 al 6 de septiembre, los asaltantes someten la ciudad, pero no pueden impedir una salida desesperada de sus defensores, algunos de los cuales logran sobrepasar las líneas enemigas y llegar a reunirse con sus tropas. A mediados de septiembre el frente estaba estabilizado sin que la capital aragonesa cayese y Belchite quedaba reducido a un montón de ruinas.
 
Ruinas de Belchite

sábado, 21 de septiembre de 2013

EL DESASTRE DE ANNUAL, JULIO-AGOSTO DE 1921



EL DESASTRE DE ANNUAL. TRES SEMANAS DE TERROR Y MUERTE EN EL RIF
1. Mañana de 22 de julio. En Annual, falsa elevación, difícil de defender y casi sin agua, la policía indígena se pasó al bando rifeño. Los inexpertos soldados de reemplazo huyeron en desbandada hacia Melilla.
2. Día 17-21 de julio. Días antes, comenzó el ataque a Igueriben. Retirada de los soldados del capitán Benítez: se salvan 36 de 244. (208 muertos).Muchas posiciones que intentan retirarse en orden, van siendo aniquiladas.
3. Tarde del 23 de julio. Resistencia desesperada del capitán Capablanca: se salvan 3 de 130. (127 muertos).
4. Mañana del 23 de julio. Resiste la columna Romero: 37 muertos de 604.
5. 25 de julio. Los soldados de García Esteban se retiran en secreto a la zona francesa del sur, al ser descubiertos se salvan 493 de 1500. (1007 muertos).
6. Noche del 25 de julio. Bernal y Dueñas mueren. Se salvan 7 de 120. (113 muertos).
7. Medio día del 22 de julio. Volviendo a Annual, los que huyen despavoridos caen ante las balas rifeñas. Se refugian en el desfiladero del monte Izzumar. Trampa mortal. Son “cazados” en pocas horas. Unos mil muertos.
8. Del 22 a 28 de julio. Retirada desordenada del capitán Escribano. Mueren sus 85 soldados. Sólo se salva uno.
9. Mañana del 25 de julio. La tropa de Araújo, tras rendirse, es asesinada en masa: unos 900 muertos.
10. Día 23 de julio. Heroicas cargas todo el día del escuadrón de Caballería Alcántara, al mando de Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador. Al final del día son aniquilados, pero han salvado la retirada de la tropa del general Navarro.
11. Del 29 de julio al 9 de agosto. La mayoría de los supervivientes se reúnen en Monte Arruit. Resisten desesperadamente, no hay esperanza de una contraofensiva de salvamento. Tras la rendición, son asesinados 3.000 hombres. Navarro y unos pocos son apresados: Se tendrá que pagar un elevado rescate para su liberación.
12. Día 2 de agosto. Se rinde Carrasco en Zeluán: Asesinato de sus 500 soldados.
13. Día 3 de agosto. Rendición de Nador, la puerta de Melilla. Pardo Agudín es asesinado con sus soldados y colonos civiles. (71 muertos). Tras la reconquista se vieron crueles torturas de esos soldados y personas civiles. De los soldados que se salvaron en algunas de estas luchas de julio, muchos murieron después en Monte Arruit, en agosto, o en Zeluán, o en Nador. Muy pocos lograron salvarse y llegar a Melilla despavoridos.
Monte Gurugú. 20 de agosto a 10 de octubre, los cañones españoles capturados por los rifeños, bombardean casi a diario Melilla, ciudad es presa del pánico ante una hipotética y brutal conquista rifeña. A duras penas llegan los refuerzos de la Legión.
El desastre era total. El gobierno del conservador Allendesalazar, el pueblo español -que pagó con sus jóvenes el descalabro-, el rey, desde su veraneo de San Sebastián, viendo caer su ya mermada popularidad y el Ejército, impotente ante unos infravalorados “salvajes moros” ... todos juntos, asistían a un nuevo 98 veintitrés años después, cuando muchos de aquellos desgraciados de Cuba y Filipinas aún vivían.

sábado, 14 de septiembre de 2013

EL IMPERIALISMO EUROPEO EN ÁFRICA Y ASIA A INICIOS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Cuando se producían los trágicos disparos de Sarajevo en junio de 1914, los europeos estaban en el cénit de su dominio imperialista del mundo. Aparte del continente americano, ya con escasa presencia de ellos, su colonialismo era casi absoluto en África y se aseguraban el control de Asia.

 
ASIA
Desde finales de la Edad Media, los europeos anhelaban llegar a Asia tras las noticias dadas por Marco Polo y otros viajeros. Tras españoles y portugueses llegaron británicos, franceses y holandeses.
En el siglo XVIII los británicos iniciaban su entrada en la India. Este territorio, desde mediados del siglo XIX sería llamado "La Joya de la Corona" por el premier conservador Benjamín Disraeli. En efecto, la política de los sucesivos gobiernos de Londres sería agrandar y proteger sus conquistas en la India. Para una mejor protección ocuparon por sus flancos noroccidental y nororiental, Pakistán y Birmania respectivamente. Aún temerosos de cualquier ataque exterior, consiguieron firmar con otras potencias imperialistas una serie de tratados que establecían los llamados estados-tapón, es decir, países independientes, que no serían invadidos, a modo de escudo entre posibles rivales europeos.  De esta forma, Irán y Afganistán formarían un "tapón" defensivo al oeste, así como Tíbet, Nepal y Bután al norte, ambos frente al expansionismo de los zares. Por el este quedaba Siam o Tailandia como tapón frente a los franceses, que se habían establecido en la franja oriental de Indochina (hoy Vietnam). Para limitar la expansión holandesa en Indonesia, país que se hacía con las antaño codiciadas islas de las Especias, ocuparon los británicos Malasia. Insignificantes, y más que nada, simbólicos, eran los enclaves portugueses en la India (Goa) y en China (Macao), así como la parte oriental de la isla de Timor, en Indonesia.
Rusia se expandía hacia el Pacífico desde el siglo XVIII y llegó a Alaska, en América, amenazando a los establecimientos españoles del norte de Nueva España. Este avance fue frenado en el estrecho de Bering por Estados Unidos al comprar los norteamericanos el territorio alasqueño. La expansión zarista se encaminaba al sur, con el posible choque con la India británica.
Dos potencias no europeas, que se habían industrializado al ritmo del viejo continente, Japón y Estados Unidos, también se introducían en el continente amarillo. La primera ocupa la península coreana y la segunda se había introducido a expensas de España, tras la guerra de 1898.
Países asiáticos independientes, además de los citados eran: Turquía, que conservaba los restos de su viejo imperio y que perdería tras la I Guerra Mundial; y China, la cual era demasiado extensa y poblada para ser conquistada militarmente por los occidentales. Un "potro" muy difícil de montar que solo podría ser controlado desde las embajadas y por tratados que asegurasen ventajas económicas con un gobierno títere, que seguiría tras la revolución de Sun Yat Sen, primer presidente que logró derrocar el secular imperio. Por su parte, Mongolia, Arabia y pequeños emiratos, eran estados muy atrasados y apenas contaban en el interés europeo, aunque la península Arábiga empezaba a ser  tenida en cuenta por el hallazgo de pozos petrolíferos.  
 

ÁFRICA
En 1885 se celebraba la Conferencia de Berlín, en la cual los principales países europeos se repartían el continente africano. El resultado daba la gran preponderancia a Gran Bretaña y a Francia. La primera asentaba sus dominios en la zona oriental africana, con el objetivo de hacer un eje terrestre entre El Cairo y El Cabo. Su propósito sólo pudo cumplirse tras la I Guerra Mundial, a expensas de los territorios alemanes y tras la humillación de los portugueses al frenarles en su intento de unir por tierra Angola con Mozambique. Francia, por su parte, tenía que reconocer enclaves costeros en su zona noroccidental atlántica: españoles, británicos, alemanes y portugueses, así como el estado independiente de Liberia.
Aparte de estos dos grandes imperios africanos, quedaban otras potencias con dominios mucho más modestos. En el corazón del continente, se distingue el dominio belga en el Congo, inicialmente finca privada del rey Leopoldo. Por su parte, los italianos se asentaban en Libia y en las costas del "cuerno" de África, con vistas a su futura anexión de Abisinia o Etiopía.
En 1914, con la I Guerra Mundial iniciada, se dirimirían las tensiones diplomáticas entre los europeos (Paz Armada, con los incidentes marroquíes causados por los alemanes), resultando expulsados éstos últimos y surgiendo muy débilmente aún, los embriones de los movimientos nacionalistas, protagonistas del futuro proceso de descolonización.

domingo, 8 de septiembre de 2013

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: GRAN BRETAÑA HACIA 1850


Gran Bretaña fue el "taller del mundo", al ser la pionera de la industrialización. A finales del siglo XVIII iniciaba su despegue o take-off. La riqueza carbonífera y la tradición científica y técnica, permitieron al país su salto hacia adelante. La industria textil algodonera (basada en la importación de la materia prima para su reexportación posterior) primero, y la siderúrgica después, se localizaron próximas a las fuentes de energía, en este tiempo las minas de carbón: sur de gales, Norwich, Midlands, Lancashire, Northumberland y las Lowlands de Escocia. La gran ciudad de Londres concentraba la administración, los servicios y las industrias punteras. Poco a poco la isla se fue cubriendo por una compleja y amplia red ferroviaria. Paralelamente, las poblaciones de las zonas rurales empezaron un éxodo rural con destino a las minas y zonas industriales.
Hacia 1850 Gran Bretaña era la primera potencia económica y militar del planeta y se disponía a construir un amplio imperio ultramarino extendido por los cinco continentes, coincidiendo con el reinado de Victoria I.

 

REALES SITIOS DEL SIGLO XVIII


La monarquía borbónica se desplazaba periódicamente, según las estaciones, por sus palacios cercanos a la Villa y Corte de Madrid. Ya desde la dinastía de los Austrias se fue formando una red de Reales Sitios, con una variada tipología monumental.
Los fríos del invierno se pasaban más aliviados en Madrid. El vetusto Alcázar de los Austrias se incendió en la Navidad de 1735. Sobre sus cenizas se erigió uno de los palacios reales más importantes de Europa: el Palacio de Oriente, proyectado por los italianos Juvara y Sachetti, en estilo barroco tardío. Entre el incendio del Alcázar y la inauguración de dicho palacio y de Oriente, los reyes Felipe V y Fernando VI, residieron en el palacio del Buen Retiro, del que hoy no queda nada, tras su destrucción en la Guerra de la Independencia o del Francés. El palacio de El Pardo entraba dentro de esta dinámica de traslado de los reyes.
Con el despuntar de la primavera, la Corte se desplazaba al palacio de Aranjuez (1) para, al llegar los primeros calores, desplazarse al palacio de La Granja de San Ildefonso (2), lugar especialmente agradable, al pie de la Sierra de Guadarrama y rodeado de bosques de pino Valsaín. Por fin, con la llegada del otoño, la comitiva se desplazaba al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (3). En 1807 estaban los reyes en este monasterio, cuando se produjo la famosa conjura protagonizada por Fernando VII y que supuso el prólogo del Motín de Aranjuez. Por fin la Corte regresaba a Madrid (4).
Dada la diferencia en el tiempo de unas construcciones a otras, los estilos arquitectónicos difieren bastante entre sí. Basculan entre el herreriano de El Escorial, el barroco tardío de La Granja o el palacio de Oriente, al neoclasicismo, plasmado en Aranjuez.
 
Esta red de palacios suntuosos y cercanos a la capital del reino es normal en otros países de Europa, como se ve en este mapa.
 

 
 

EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS, 1906-1956



En la primavera de 1956 aterrizaba en el aeropuerto de Barajas el flamante rey de Marruecos, Mohamed V, y se entrevistaba con Franco. Marruecos accedía a la independencia de sus dos amos: Francia y España. La historia del Protectorado de Marruecos se iniciaba cincuenta años antes, tras la celebración de la Conferencia de Algeciras, entre 1905 y 1906.
La España de entonces era un país pobre y humillado por Estados Unidos al arrebatarle por la fuerza sus últimas colonias, máxime cuando los europeos se vanagloriaban de tener sus imperios ultramarinos. La vecina Europa esperaba una guerra inminente entre las potencias centrales y la Triple Entente. Alemania fracasaba en su intento de introducirse en Marruecos -último país independiente junto a Etiopía- en beneficio de Francia, que sí lo conseguía. Sin embargo Gran Bretaña recelaba de tener a la III República Francesa al otro lado del Estrecho.
Ante esta coyuntura diplomática tan complicada, se celebró la conferencia. Londres decidió que una potencia inofensiva como España debía de establecerse en la mitad norte de Marruecos para que París no hiciese sombra ante Gibraltar. Así las cosas, años después, los dos gobiernos, Madrid y París, decidían el establecimiento del Protectorado de Marruecos, el cual mantenía la soberanía interna y religiosa en persona del sultán alauí.
Tras una muy dura guerra, agudizada entre 1921 y 1927, especialmente en la zona del Rif, y en la que se formaría una generación de militares africanistas de extrema derecha sobre todo, se podía decir que la zona española estaba pacificada.
El territorio español comprendía del Atlántico al curso bajo del río Muluya. La Yebala y el Rif eran las dos zonas principales de un territorio muy pobre. Era como una zona de seguridad ante las dos plazas de Ceuta y Melilla y los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, así como los islotes de las Chafarinas.
Resulta llamativo el pequeño territorio de Tánger, convertido en un pequeño protectorado internacional. Varias potencias europeas lo administrarían conjuntamente, convirtiéndose, con el pasar del tiempo, en una ciudad cosmopolita y foco de espías durante las dos guerras mundiales.
Hoy es una zona deprimida en el actual reino de Marruecos, pero de gran atractivo turístico: del paisaje mediterráneo y montañoso de la zona occidental al semidesértico del Rif, pasando por las ciudades monumentales de Tánger o Tetuán, a las pintorescas Chauen o Larache. En la aún española ciudad autónoma de Melilla se puede admirar un conjunto modernista de especial importancia.

HUMBOLDT Y SU VIAJE AMERICANO, 1799-1804

Alexander von Humboldt (Berlín, 1869-1859) fue uno de los grandes científicos del siglo XIX. Viajero infatigable junto a su actividad de escritor e investigador, traemos aquí la descripción de su viaje español y americano entre 1799 y 1804. 
 

CRONOLOGÍA DEL VIAJE POR ESPAÑA DE HUMBOLDT EN 1799
5 de enero
Tras decidir en diciembre de 1798 dirigirse a España y a América, procedentes del sur de Francia, tras desistir de un viaje al Próximo Oriente, Humboldt y Bonpland cruzan la frontera española procedentes de Perpignan y llegan el 7 de enero a Gerona y al día siguiente a Barcelona.
28 de enero
Inicio del viaje a Madrid: Cambrils (30 de enero), Valencia (5 a 7 de febrero), Almansa, Albacete, El Provencio, Quintanar de la Orden, Alcázar de San Juan, Corral de Almaguer, Ocaña, Aranjuez y Valdemoro.
23 de febrero
Llegan a Madrid.
Marzo
Hace varios viajes a Aranjuez a visitar a Carlos IV. El día 4 inicia sus observaciones astronómicas en Madrid. El día 11 entrega a Carlos IV un memorial de sus actividades científicas para lograr el permiso para su expedición a las Américas, permiso que les es concedido el día 15.
2 de mayo
Tras pasar el mes de abril ocupado en los preparativos del gran viaje, Humboldt vuelve a Aranjuez y mide la posición geográfica del Palacio Real. El día 7 consiguen el pasaporte, expedido en Aranjuez.
13 de mayo
Salen de Madrid hacia El Escorial, Puerto de Guadarrama, Medina del Campo, Tordesillas, Benavente, Astorga, Puerto Manzanal, Villafranca del Bierzo, Los Nogales, Lugo, Guitiriz y Betanzos.
5 de junio
Humboldt y Bonpland zarpan desde La Coruña.
19 de junio
Llegan a Santa Cruz de Tenerife. Es la primera vez que Humboldt sale de Europa. El día 20 visitan la Orotava y La Laguna. Al día siguiente, Humboldt logra ascender al Teide. Tras hacer excursiones por La Orotava, regresan a Santa Cruz de Tenerife el día 24.
25 de junio
Zarpan de Santa Cruz de Tenerife rumbo a las Indias.

CRONOLOGÍA DEL VIAJE POR AMÉRICA DE HUMBOLDT ENTRE 1799 Y 1804

16 de julio de 1799
Llegan a Cumaná, donde recorren los alrededores y viven la experiencia de un terremoto.
19 de noviembre
Llegan a Caracas.
11 de marzo de 1800
Inician su expedición hacia la selva, por lo entran en los Llanos del Orinoco, llegando el día 23 a San Fernando de Apure.
30 de marzo
Inician su viaje fluvial por el Orinoco y sus peripecias por la selva. Regresan por Angostura y llegan a Barcelona el 23 de julio.
6 de diciembre
Zarpan rumbo a Cuba, llegando a La Habana el día 19 de diciembre.
30 de marzo de 1801
Tras hacerse a la mar en el puerto cubano de Trinidad, llegan a Cartagena de Indias.
5 de agosto
Llegan a Bogotá, donde Humboldt hace buena amistad con el botánico gaditano José Celestino Mutis.
2 de enero de 1802 
Llegan a Quito. Desde ahí suben a la cima del Pichincha el día 26 de mayo y al Chimborazo el día 23 de junio. 
25 de septiembre
Llegan Trujillo tras salir de Quito y atravesar Loja, entrando en el virreinato del Perú y pasando por Cajamarca.
23 de octubre
Entrada en Lima, donde estudia las propiedades del guano.
9 de enero de 1803
Tras zarpar del El Callao, atracan en Guayaquil, para seguir rumbo al norte, al virreinato de Nueva España.
23 de marzo
Atracan en Acapulco, donde toman el "Camino de Asia" al revés (1), es decir, en dirección a Taxco, donde llegan el día 5 de abril.
11 de abril
Llegan a México. El día 15 conocen al virrey Iturrigaray y, al día siguiente, al científico español Fausto Elhuyar. Esos días recorre los alrededores de la capital: el Tepeyac o Chapultepec.
4 de agosto
Llegan a Querétaro, y el día 8  Guanajuato, donde visita la famosa mina de plata de La Valenciana. El regreso a la capital es por Valladolid (hoy Morelia), donde llegan el día 14 de septiembre y, por fin entran el Ciudad de México el día 10 de octubre.
20 de enero de 1804
Salida de la capital por el "Camino de Europa" (2), hacia Puebla -donde llega el día 22- y Cholula, donde llega dos días más tarde para visitar su gran pirámide.
19 de febrero
Llegan a Veracruz, tras pasar el día 10 por Jalapa. Por fin, zarpan de Veracruz el día 7 de marzo, rumbo a La Habana. 
29 de abril
Zarpan de La Habana, tras un mes de estancia en la isla de Cuba, con rumbo a Filadelfia.
19 de mayo

Entrada en Filadelfia. Nueve días después llegan a Baltimore, donde conocen al presidente  Jefferson, que les pregunta por las defensas españolas en la frontera norte de Nueva España.
9 de julio de 1804
Zarpan de Filadelfia rumbo a Burdeos, acabando así su viaje científico a las Américas.
 
Terminaba así uno de los viajes más interesantes de la historia, aunque no hubiese logrado dar la vuelta al mundo. Un viaje que recuerda algo al de Malespina, efectuado pocos años antes, y que también recorrió los dominios del rey Carlos IV en plenas vísperas de las emancipaciones iberoamericanas y de la quiebra del viejo orden en la vieja metrópoli ante los ataques navales británicos primero, y ante la invasión napoleónica, después.
 
NOTAS:
1. El llamado "Camino de Asia" discurría entre la Ciudad de México y Acapulco, desde donde los galeones ponían rumbo a Manila, de ahí el nombre del famoso Galeón de Manila.
 

2. Por el contrario, el "Camino de Europa" salía de la capital mexicana hacia Veracruz, donde los galeones zarpaban hacia la Habana y, posteriormente, a Cádiz u otros puertos autorizados a comerciar con  las Indias.

LA BIBLIA EN ESPAÑA: LOS VIAJES DE GEORGE BORROW, 1836-1839



El británico George Borrow (don Jorgito el inglés, como le apodaban en España) viajó a la España de Isabel II en plena época romántica. El país era exótico para aquellos viajeros que se aventuraban por sus caminos pintorescos, plagados de bandidos y personajillos de toda índole. Borrow fue el testigo excepcional de aquella España sumida en la guerra civil carlista, en la incipiente revolución burguesa que a duras penas se iniciaba en plena época de la minoría de edad de Isabel II. Un joven vendedor de Biblias estaba maravillado ante lo que veía y ante las personas que trataba. De todo ello resultó el delicioso libro La Biblia en España, obra que pasó inadvertida hasta que Manuel Azaña lo tradujese del inglés y lo prologase en el siglo XX. Llegó, procedente de Portugal, en el invierno de 1836, siguiendo casi literalmente la actual Autovía de Extremadura desde Badajoz.
 

Tras conocer a fondo la entonces Villa de Madrid, de la que ha dejado espléndidas descripciones, partió en el otoño de 1836 a la no menos exótica Andalucía, siguiendo también la actual Autovía de Andalucía hasta Cádiz.


Y tras el sur, el noroeste. El recorrido, esta vez sigue con variaciones la Autovía del Noroeste, aunque extiende su viajar por la Cornisa Cantábrica y pasa a Burgos. En este trayecto tuvo encuentros con carlistas y corrió el peligro de ser fusilado.


En los intermedios entre viajes, recorrió los alrededores de Madrid, llegando a la provincia de Segovia y a la de Toledo.


Andalucía era, sin duda, la región española más atractiva a los ojos de estos viajeros anglosajones que buscaban tipismo y pintoresquismo. Al sur español regresó Borrow en 1839, antes de dejar definitivamente España. Inclusive llega a recalar en Gibraltar y atravesar su estrecho para poner el pie en África, concretamente en Tánger, entrando en contacto con el mundo islámico-marroquí.
La Biblia en España es, como dijimos, un libro entretenido y una buena fuente histórica para conocer la España romántica y en plena revolución liberal. Sorprende, sin embargo, la ausencia de viajes por la mitad oriental peninsular, en concreto por Aragón, Cataluña y Valencia, así como por el País Vasco y Navarra. Es posible que la guerra carlista le hiciese desistir de visitar esos territorios.

EL VIAJE DE DARWIN EN EL BEAGLE, 1831-1836



Uno de los grandes intelectuales de la Historia ha sido el británico Charles Darwin (1809-1882). Su libro Origen de las especies (1859), es considerado la primera obra de la biología moderna. En ella se afirma que las especies de seres vivos actuales tienen un tronco común que ha ido evolucionando con el tiempo. Ni que decir tiene que la Iglesia le hizo blanco de todo tipo de ataques. Tras formarse en Edimburgo y en Cambridge, se enroló en el viaje alrededor del mundo en el Beagle, buque mandado por el elitista e irascible teniente Robert Fitz Roy, con el que tuvo frecuentes discusiones, a pesar de que hubo de colaborar con Darwin durante toda la expedición.

 
               El joven Darwin y el teniente Fitz Roy

VIAJE DEL H.M.S. BEAGLE
27-XII de 1831 al 2-X de 1836

1.       27-XII-1831. El Beagle zarpa de Plymouth. Inicia su Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo, que publicaría en 1839.
2.       6-I-1832. Canarias. No les dejaron atracar por temor a una epidemia de cólera.
3.       16-I. Cabo Verde.
4.       28-II. Llegada a San Salvador de Bahía, donde explora sus alrededores. El bosque tropical le fascinó, aunque le horrorizó la esclavitud, teniendo una agria discusión por ello con el teniente Fitz, fanático ultraconservador y religioso.
5.       3-IV. En Río de Janeiro. Excursiones por sus alrededores.
6.       26-VII. Llegada a Montevideo. Viajes a Buenos Aires y a Bahía Blanca. Cabalgó con los gauchos por las llanuras de la Pampa.
7.       11-III-1833. Llegada a las Malvinas, base de sus viajes a Patagonia. Pudo observar a los indígenas de esas inhóspitas tierras y cómo el gobierno argentino los exterminaba.
8.       12-VI-1834. Tras rodear el cabo de Hornos, donde observó los glaciares, llega a Chiloé y Ancud.
9.       23-VII. Llegada a Valparaíso. Inicia un viaje a Santiago y Rancagua. En su estancia en Chile pudo observar un  terremoto (Concepción, febrero de 1835) y la erupción de un volcán. Cruzó los Andes y llegó a Mendoza, en Argentina.
10.     19-VII-1835. Llegada a El Callao y visita a Lima, donde vivió una revolución política.
11.     15-IX. Llega a San Cristóbal (Galápagos). Visita todo el archipiélago, observando los caparazones de las tortugas. En estas islas observó las subespecies de pinzones y cómo se habían adaptado al medio por la selección natural. Sus ideas religiosas empezaron a fallar hasta declararse ateo en sus últimos años de vida.
12.     16-XI. Llegada a Tahití. Escaló una dura pendiente de un volcán y detalló los diferentes pisos de vegetación del mismo.
13.     12-I-1836. Tras una escala en Auckland, llega a Sydney. Estudió las ratas marsupiales y los ornitorrincos, así como a los aborígenes australianos. Le repugnó que Australia fuese un inmenso penal de presos británicos desterrados. Recorrió asimismo las Montañas Azules.
14.     5-II. Llegada a Hobart.
15.     6-III. Llegada a Albany.
16.     1-IV. Llegada a las islas Cocos, donde estudió los atolones.
17.     29-IV. Llegada a las islas Mauricio.
18.     31-V. Llegada a Ciudad del Cabo.
19.     8-VII. Llegada a Santa Elena.
20.     19-VII. Llegada a la isla de Ascensión.
21.     23-VII. Llegada a San Salvador de Bahía.
22.     19-VIII. Llegada a las islas Azores.
23.     2-X-1836. Final del viaje en Falmouth.
 
Había conseguido dar la vuelta al mundo como los más célebres marinos, aventureros y estudiosos de la historia. Al regreso de su viaje tuvo una actividad frenética y enfermó en años posteriores, teniendo que recuperarse en estancias en el campo. El resto de su vida lo dedicó al estudio de la biología.
Por su parte, Fitz Roy, al publicarse la obra darwiniana, se sintió culpable y atacó El origen de las especies. Tras ser diputado en la Cámara de los Comunes, fue nombrado gobernador de Nueva Zelanda, con una gestión desastrosa. Vuelto a Gran Bretaña, y caído en una fuerte depresión, se suicidó en 1865. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

DESCOLONIZACIÓN ESPAÑOLA DE ÁFRICA

 
 

En los años sesenta -mayoritariamente- se derrumbaba el colonialismo/imperialismo europeos en África. El proceso se había iniciado en los años de entreguerras en el Egipto británico, pero fue en los años 50 cuando se dieron las primeras independencias en el Magreb, y en la mencionada década de los sesenta cuando le tocaba el turno al África Negra o subsahariana. Sin embargo, las dos naciones ibéricas serían de las últimas en reconocer las emancipaciones definitivas de sus pequeños imperios: en los años setenta.
En 1956, Franco enemistado con la Francia de la IV República, se vio obligado a reconocer la independencia del territorio en el que combatió y le dio la gloria personal. Nacía el nuevo Marruecos, con los dos protectorados y Tánger incluido, con el rey Mohamed V. Pero aún no llegaba la paz a España. Entre 1957 y 1958 se producía la guerra de Ifni y enfrentamientos en el Sahara Occidental. Franco, para evitar una nueva guerra directa en el territorio marroquí, vio cómo la franja de Ifni quedaba reducida a la pequeña capital y se veía obligado a ceder a Marruecos el territorio de Tarfaya.
El 12 de octubre de 1968 el ministro de Franco, Manuel Fraga Iribarne, entregaba el poder de la nueva República de Guinea Ecuatorial a Francisco Macías Nguema como nuevo presidente del territorio conjunto de Río Muni y la isla de Fernando Poo. Los diez años siguientes fueron el escenario de una atroz dictadura de ese personaje, culminada, aparentemente en 1979, con su derrocamiento. En la actualidad, el territorio, rico en petróleo, está bajo el gobierno también despótico del sobrino de aquél: Teodoro Obiang. Desde entonces las relaciones con España siguen siendo tensas, con crisis diplomáticas intermitentes entre ambos países.
Un año más tarde, en 1969, se entregaba a Marruecos la plaza de Ifni, culminando en apariencia los problemas con Marruecos. 
Al iniciarse la nueva década de los setenta, España hubo de acceder a la independencia del Sahara Occidental, tras la independencia del África portugués en 1974, tras la Revolución de los Claveles. El proceso fue lamentable. Marruecos y Mauritania ocupaban el territorio a partes iguales por el Tratado de Madrid en noviembre de 1975, aprovechando la enfermedad final de Franco y con la amenaza, de nuevo, de otra guerra con el vecino marroquí. El Frente Polisario fundaba la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) e iniciaba una lucha que llega hasta nuestros días. En 1980, Mauritania abandonaba su zona y Marruecos la anexionaba. Nacía el gran Marruecos, aunque muy alejado del soñado inicialmente por los ultranacionalistas y que buscaban una gran reino hasta el río San Luis en Senegal, zonas del desierto de Argelia, Mauritania y las islas Canarias, es decir, el territorio de los medievales imperios almorávide y almohade.
Así, con esta descolonización tan desastrosa, acababa el fugaz y minúsculo imperio africano español que Franco intentó conservar y agrandar en tiempos de la II Guerra Mundial a expensas del Francia y con Hitler como padrino, algo que el nazi no aceptó.
 

TERRITORIOS ESPAÑOLES EN ÁFRICA EN EL SIGLO XX



Aún siendo la Corona de Castilla, junto a la de Portugal, la primera nación europea en penetrar en África desde la Baja Edad Media, así cómo la más cercana, hacia  1914 apenas tenía territorios en este continente. Ya en el reinado de Enrique III, a inicios del siglo XV, los castellanos entraban en Tetuán, en su intento de aislar al ya de por sí debilitado reino de Granada. Casi al mismo tiempo los portugueses se establecían en Ceuta, dominando la orilla meridional del estrecho de Gibraltar. En 1497 los castellanos desembarcaban en Melilla y la anexionaban a su reino hasta la actualidad.
Durante la Edad Moderna la Monarquía Hispánica tuvo enclaves en las costas marroquíes, argelinas y tunecinas (Arcila, Larache, Santa Cruz de la mar Pequeña, La Goleta, Orán, etc), aunque todos fugaces, salvo la mencionada Melilla y Ceuta, anexionada tras la independencia portuguesa de 1640 según el deseo de los propios ceutíes. A pesar de ello, ambas plazas tuvieron que sufrir varios asedios violentos.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX, en el preludio de la gran época del imperialismo europeo, en el reinado de Isabel II, hubo una guerra contra Marruecos en torno a Ceuta, con las victorias españolas de Castillejos y Wad Ras. El tratado de paz subsiguiente estableció el actual territorio colindante de las dos plazas españolas y la restitución del desconocido enclave de Santa Cruz de la Mar Pequeña. Ya en tiempos de la Restauración se iniciaban los desembarcos, sin capacidad de ocupación permanente, en el territorio del Sahara Occidental y en el estuario de río Muni, que exploró el alavés Manuel de Iradier.
Durante el periodo de entreguerras, España se decidió a la ocupación efectiva del territorio que le correspondía en el norte del Protectorado Hispano-Francés de Marruecos. Esa determinación costó una sangrienta y larga guerra entre 1909 y 1927. En esos años se ocupaba de forma efectiva el Sahara. En 1934 fue muy significativa la ocupación de Sidi Ifni por el general Capaz, territorio identificado como el enigmático enclave de Santa Cruz de la Mar Pequeña.
Mucho más al sur, ya en plena África Negra, se iniciaba la ocupación efectiva del territorio continental de Muni, la isla de Fernando Poo y los islotes de Elobey y Corisco. El territorio sería destinado a producir madera y cacao.
Un imperio minúsculo desde 1950, poco rentable -y más una carga que una fuente de riquezas- para un país pionero en la historia del colonialismo europeo en África. Desde esos años cincuenta se iniciarían los movimientos anticolonialistas, con los paralelos intentos de su desactivación por parte del gobierno español.

EVOLUCIÓN DEL FERROCARRIL EN EL SIGLO XIX (1848-1900)


 
La invención y construcción del primer ferrocarril se convierte en la obra necesaria para el arranque de la I Revolución desde 1830 en Gran Bretaña. En España, el primer trayecto se retrasa a 1848, siendo la línea Barcelona-Mataró la pionera. Posteriormente se inaugura la línea Madrid-Aranjuez (1851). Hasta la promulgación de la Ley de Ferrocarriles de 1855, en pleno Bienio Progresista, había pequeñas líneas (Cádiz-Jerez y Gijón-Langreo) y el inicio de una nueva de largo recorrido, que llegaba a Albacete y con el objetivo de unir Madrid con el Mediterráneo. 
 

Tras la promulgación de la Ley Ferroviaria de 1855 y aprovechando la oleada de prosperidad en Europa Occidental durante la siguiente década, así como la estabilidad política de la mano de la Unión Liberal -que sabe aprovechar esa prosperidad-, se produce un verdadero avance en la construcción de líneas férreas por parte de compañías extranjeras que habían obtenido grandes ventajas en las concesiones que establecía la mencionada ley. Un plano estrella casi une la capital con los cuatro puntos cardinales de la península. Las construcciones de ralentizan tras la crisis económica de 1866 y el inicio en 1868 del Sexenio Democrático. En ese año aún faltaba el enganche de Madrid con Barcelona, pero estaba ya unida la capital con las fronteras francesa -hay que mencionar la errónea adopción de un ancho de vía diferente al del resto de Europa y de Francia, lo que produjo dificultades posteriores- y portuguesa. Sin embargo, en el extremo noroccidental peninsular aún no han comenzado las obras del tendido. 


En 1900 la red ferroviaria española está ya completada. Se trata de una red con forma de estrella, es decir, un sistema radial y centralizado en Madrid, con un ancho de vía diferente al del resto de Europa, lo que fue un problema para las comunicaciones y el transporte de mercancías y viajero que debían cambiar de tren en la frontera francesa. Habrá que esperar al final de la guerra civil en 1939 para iniciar el proceso de nacionalización de los ferrocarriles españoles. En 1940 nace la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE), poniendo así fin a la existencia de compañías privadas.

LA PRIMERA GUERRA CARLISTA, 1833-1840

  

En septiembre de 1833 fallecía el rey Fernando VII en Madrid. Años antes, cuando se vio que la descendencia masculina no resultaba del rey Fernando, su hermano Carlos María de Isidro reclamó el trono y, para su consecución, se alineó con los sectores mas ultras y reaccionarios de la Corte y del resto del panorama político español. Refugiado en Portugal tras declarar que no aceptaba la Pragmática Sanción, establecida por su hermano Fernando y que anulaba la anterior Ley Sálica de Felipe V y que allanaba el camino al trono a la entonces niña de tres años y futura Isabel II, bajo la regencia de su madre María Cristina de Nápoles.
La guerra, iniciada en Talavera de la Reina en ese otoño de 1833 tuvo tres fases militares claras:
1. La organización del territorio vasco-navarro por el hábil Zumalacárregui, que levantó todo un estado paralelo, perfectamente organizado. Tras rechazar los ataques cristinos, el flamante y autoproclamado Carlos V, le ordenó que sitiase Bilbao, para así conquistar, al menos, una capital importante para tener algo de credibilidad exterior. Zumalacárregui murió de un disparo y el asedio fue levantado por el general Espartero.
2. La estrategia entonces se decantó por realizar unos ataques rápidos fuera del territorio vasco y captar adhesiones a la causa. Era lo que había propuesto Zumalacárregui frente a la orden de asediar Bilbao. Una de las expediciones más rocambolescas fue la del general granadino Gómez Damas, el cual, salió de Vizcaya hacia el oeste. Tras recorrer Asturias y Galicia, se dirigió al sureste para, protegido por el Sistema Ibérico, penetrar por la parte oriental del Valle del Guadalquivir y llegar a Córdoba. Siempre perseguido por el ejército liberal, cruzó Sierra Morena al norte, para llegar a Extremadura y a Cáceres. Desde allí volvió a Andalucía, cruzó el Guadalquivir de nuevo, refugiándose en la Andalucía Penibética. Tras comprobar que era imposible ganar un gran territorio más o menos extenso y homogéneo, similar al del País Vasco y Navarra, inició la retirada al territorio carlista por el este de ambas mesetas.
El pretendiente don Carlos inició una nueva expedición, yendo el mismo al frente de sus soldados. Tomando la dirección opuesta a la anterior, penetró por el valle del Ebro, llegando al Maestrazgo, segundo territorio homogéneo importante y extenso del carlismo, junto a zonas del pirineo catalán, feudo del sanguinario Ramón Cabrera. La expedición llegó a las puertas de Madrid, a la localidad de Arganda, pero se retiró y no entró en la capital.
3. Tras estos fracasos, cundió el cansancio y la división entre los carlistas. Un grupo de ellos, entorno al general Maroto empezó a negociar la rendición honrosa. En 1839 tuvo lugar el abrazo de Vergara, localidad guipuzcoana, considerada una traición por don Carlos. Aún resistió hasta 1840 el núcleo de Cabrera, que abandonó Morella y hubo de escapar a Francia.