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sábado, 27 de febrero de 2016

SUEZ Y PANAMÁ: DOS CANALES ESTRATÉGICOS

 
 

El imperialismo ha traído siempre el desarrollo de nuevas rutas comerciales. Los exploradores ha sido los precedentes de los conquistadores. Comentamos la construcción de dos canales navegables, dos grandes obras de ingeniería en plena época del imperialismo occidental, entre 1850 y 1950. Ambos consiguieron el viejo sueño de portugueses y españoles en sus respectivos caminos hacia la India y hacia el Pacífico. Las dos vías conseguían acabar con las largas travesías desde finales del siglo XV a inicios del siglo XX y dieron paso a una nueva era del desarrollo imperialista.

El Canal de Suez fue inaugurado en 1869 y lograba acortar considerablemente el viaje de los británicos hacia su “Perla de la Corona”, es decir, a la India. “Las Indias” y las islas de las Especias, al este de la actual Indonesia, fueron deseadas por los europeos y, en especial, por los portugueses desde finales del siglo XV, tras la lectura de El Libro de las Maravillas del veneciano Marco Polo. Vasco de Gama se hubiese maravillado con la inauguración del Canal de Suez y le hubiese ahorrado su periplo hacia Calicut por el Cabo de Buena Esperanza en 1498. Los británicos conseguían dominar en el siglo XIX su verdadero Mare Nostrum. Los buques podían zarpar de Gran Bretaña y tener el mar Mediterráneo controlado: Gibraltar, Malta y Suez, todos enclaves británicos. España se olvidaba para siempre de “su” peñón, al revalorizarse su interés estratégico para la “pérfida Albión”.
El Canal de Panamá fue inaugurado en 1914 y también acortaba de forma considerable el viaje entre las costas atlánticas y pacíficas de las dos Américas. Desde que Balboa atravesase el istmo a inicios del siglo XVI y, sobre todo, desde la prohibición de navegar a Manila por la ruta portuguesa del cabo de Buena Esperanza, la dificultad de atravesar el Estrecho de Magallanes y la inútil búsqueda de un “paso del norte” por la banquisa ártica, las comunicaciones de Madrid con Manila serían por ese istmo panameño: descargar las mercancías en Portobelo y atravesarlo a lomos de mula hasta la ciudad de Panamá, para volver a embarcar. El sueño del canal fue continuo en la época imperial hispánica, aunque sin mucho interés oficial, pues desde que, a finales del siglo XVII, el pirata Morgan atravesase y saquease el istmo, la Corona española temió que un hipotético canal cayese en manos enemigas como Gibraltar. Mucho tiempo después, los Estados Unidos consiguieron que Panamá se independizase de Colombia y conseguir un estado títere que les diese el poder sobre el canal hasta finales del siglo XX. La ruta de San Diego a Nueva York sería por el nuevo canal y dejaba sin valor estratégico el estrecho magallánico.
Egipto consiguió hacerse con Suez en 1956 por las malas ante los franco-británicos, dando una de las muchas crisis de la Guerra Fría. Por su parte, en 1978 los Estados Unidos dejaban a Panamá el control de su canal.

lunes, 6 de enero de 2014

CRONOLOGÍA DE LA ÉPOCA DEL IMPERIALISMO, 1875 - 1923

De la conquista de África y Asia
a la primera postguerra mundial (1875 - 1923)

En 1875 los países occidentales y Japón iniciaban una revolución tecnológica espectacular, iniciando una II Revolución Industrial, basada en los nuevos medios de transporte, nuevas fuentes de energía y nuevas formas de producción, que dejaban ya obsoletos los cambios de inicios del siglo XIX. La consecuencia fue un gran aumento de la producción, la cual superó la demanda interna nacional, por lo que Occidente hubo de buscar mercados exóticos. Se iniciaba una carrera imperialista en busca de dichos mercados que acabó en un choque de imperios desde los años finales del siglo XIX y los iniciales del XX. Ese choque, sin embargo, se dio en la península Balcánica, azuzado demás por la vieja revalidad franco alemana desde 1871, con el nacimiento del II Reich alemán. La época de la "Paz Armada", que anunciaba una guerra inevitable, coincidió, sin embargo, con una época de aumento del nivel de vida y de auge artístico y cultural o "Belle Epoque". La tragedia de la I Guerra Mundial trajo unos cambios históricos sin precedentes, acabando el "largo siglo XIX" y anunciando una nueva época. América Latina, explotada indirectamente, y el ámbito afroasiático, quedan al margen de estos cambios, como víctimas de ese imperialismo occidental.
Por su parte, en España, el régimen liberal de la Restauración no logra crear una verdadera democracia -lastrada por el caciquismo local- y un país definitivamente moderno, tanto económico como social, por lo que la monarquía borbónica fue identificada como la causante de la lentitud en el arranque industrial. Tras los desastres coloniales en Cuba, Filipinas y Marruecos y a pesar de la neutralidad española en la Gran Guerra, las emergentes fuerzas político sociales acabarán con la estabilidad constitucional del último cuarto del siglo XIX (época del turno de Cánovas y Sagasta) tras varias crisis (Semana Trágica en Barcelona, la triple crisis de 1917, el pistolerismo barcelonés y el desastre en Annual), dando paso a la solución dictatorial de la monarquía: la dictadura militar del general Primo de Rivera, la cual supuso un apoyo momentáneo a Alfonso XIII, el cual no pudo mantener su trono tras la caída de dicha dictadura, su principal sostén.

domingo, 8 de septiembre de 2013

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: GRAN BRETAÑA HACIA 1850


Gran Bretaña fue el "taller del mundo", al ser la pionera de la industrialización. A finales del siglo XVIII iniciaba su despegue o take-off. La riqueza carbonífera y la tradición científica y técnica, permitieron al país su salto hacia adelante. La industria textil algodonera (basada en la importación de la materia prima para su reexportación posterior) primero, y la siderúrgica después, se localizaron próximas a las fuentes de energía, en este tiempo las minas de carbón: sur de gales, Norwich, Midlands, Lancashire, Northumberland y las Lowlands de Escocia. La gran ciudad de Londres concentraba la administración, los servicios y las industrias punteras. Poco a poco la isla se fue cubriendo por una compleja y amplia red ferroviaria. Paralelamente, las poblaciones de las zonas rurales empezaron un éxodo rural con destino a las minas y zonas industriales.
Hacia 1850 Gran Bretaña era la primera potencia económica y militar del planeta y se disponía a construir un amplio imperio ultramarino extendido por los cinco continentes, coincidiendo con el reinado de Victoria I.