sábado, 2 de noviembre de 2013

EL CAMINO DE SANTIAGO


 

En la Edad media se inician las peregrinaciones hacia ciertos lugares considerados sagrados por la Cristiandad con el objeto de venerar reliquias: Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. El "camino" que conducía Santiago desde Francia fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1993.
 
Inicios históricos del Camino
El obispo de Iria Flavia, Teodomiro, descubrió un cementerio romano con las supuestas reliquias del apóstol. Alfonso II el Casto, rey astur, mandó erigir un pequeño templo, dando origen al tercer centro de la Cristiandad y al Camino de Santiago, por el que penetraron en la Península los nuevos estilos artísticos que surgían en Europa. Surgirá una red de monasterios cluniacenses en el camino y los reyes peninsulares construirán iglesias y hospitales. Años más tarde, el obispo Diego Gelmírez establece la sede arzobispal compostelana. Esta ruta sirvió, además, como medio de intercomunicación entre los diversos reinos cristianos peninsulares.
Sin embargo, desde el siglo XIV, las diversas convulsiones que atemorizan al occidente bajomedieval hacen que los peregrinos se desvíen a otros destinos y la ruta de peregrinación entre en una lenta decadencia hasta su recuperación como ruta turística en el siglo XX.
 
El camino francés
Aunque los caminos son muchos, el camino francés será el básico, pues por Francia pasan todos los caminantes europeos: desde París, por Tours; desde Vézelay, por Limoges; desde Ginebra, por Le Puy; y desde Arlés por Toulouse.
Los peregrinos cruzaban los Pirineos por el puerto de Somport, aunque más tarde lo cruzarían por Roncesvalles, camino de Pamplona. Desde ambos puertos confluían los peregrinos en Puente la Reina, procedentes de Jaca y Sangüesa. La ruta seguía por Estella, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Belorado y Burgos, donde llegaban los procedentes de Bayona, que cruzaban Guipúzcoa y Pancorbo. Desde la capital castellana seguían por Castrojeriz, Frómista, Sahagún y León, antes de entrar en Galicia. Desde Astorga y el valle del Bierzo, seguían por el Cebreiro, Portomarín, Palas del Rey y Santiago.
 
Otra rutas
Algunos de los peregrinos que entraban en la península por Irún seguían camino por la costa cantábrica: Zarauz, Guernica, Bilbao, Laredo, Santander, Santillana, Llanes, Gijón, Oviedo, Luarca, Mondoñedo y Santiago. En la actualidad es una ruta de gran belleza paisajística. Por su parte, los procedentes del sur peninsular, solían desplazarse por la vieja Ruta de la Plata. Procedentes de Al Ándalus, desde Sevilla alcanzaban Mérida, Salamanca y conectaban en León con la ruta principal.
Finisterre
A veces, los peregrinos seguían hacia el oeste para llegar al fin del mundo: el finis terrae. Allí, el peregrino se bañaba en la costa atlántica para purificar su cuerpo e iniciar su nueva vida sin pecado y quemaba sus ropas acabar de purificarse. Además, ver la puesta del Sol simbolizaba la Muerte y Resurrección.

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