sábado, 16 de abril de 2016

ROMA Y LA EXPEDICIÓN A LAS FUENTES DEL NILO (Siglo I d.C.)

Desde el tiempo de los faraones la búsqueda de las fuentes del Nilo siempre fue un misterio. Hasta mediados del siglo del XIX (1862) no se logró descifrar, situándolo en el lago Victoria. En los años 61a 63 d.C., reinando el emperador Nerón en Roma, se organizó una expedición que partió de Syene -hoy Asuán- con rumbo al sur o río arriba. Tras sobrepasar los límites meridionales del dominio romano se adentraron en un territorio descarnado y desértico. Hubieron de remontar seis cataratas hasta llegar a la ciudad de Meroe, por lo que debían de desembarcar y llevar sus pertrechos en duras marchas de remontada. Meroe era la capital del reino kushita -con una importante necrópolis- y situada a unos mil kilómetros al sur de Syene. Tras descansar como huéspedes de la reina Amanikhatashan volvieron a emprender la marcha. En la actual ciudad de Jartum el Nilo se bifurca. Optaron por seguir el curso que venía del suroeste, es decir, desecharon el actual Nilo Azul y siguieron por el Nilo Blanco, verdadero curso que viene desde el lago Victoria. Poco a poco se encontraron en un curso pantanoso, sin cauce fijo, muy difícil de transitar. Una cascada les hizo creer que era la fuente del río, por lo que decidieron regresar. No contaron con que estaban aún a unos mil kilómetros del lago. Era la expedición que más cerca estuvo de descifrar el enigma, algo loable en aquellos tiempos con material poco favorable.

viernes, 25 de marzo de 2016

LOPE DE AGUIRRE Y SU TRÁGICA AVENTURA (1560-1561)

Lope de Aguirre fue un criminal. Es un maldito de la Historia de España, aunque es también uno de sus grandes exploradores. Habría que imaginarse su auténtica epopeya: navegar por el río Amazonas en aquél siglo XVI, sin repelente de mosquitos, ni cremas solares, ni las vacunas contra la malaria. Un viaje que ya realizó casi veinte años antes el también aventurero Francisco de Orellana.
 
Nació este vasco intrépido en el Valle de Araotz, (Oñate-Guipúzcoa). Zapatero en Vitoria, huyó a las Indias para escapar de la horca tras haber abusado de una mujer noble.
En América se casó con una india, de la que tuvo una hija mestiza: Elvira. Participó con Pizarro en la conquista del Perú (1536). Tras la conquista, junto a los Pizarro, se enfrentó al virrey Blasco Núñez de Vela. Amnistiado por el nuevo virrey, Andrés Hurtado de Mendoza, se alistó en la expedición en busca de El Dorado, mítico lugar de oro.
Salió de Tujillo en 1560 a las órdenes del navarro Pedro de Ursúa. Se les llamó los "marañones", ya que remontarían ese río en busca de las míticas guerreras o "amazonas". Para lograr el mando expedicionario asesinó a Ursúa y a su amante. Más tarde hizo lo mismo con el segundo de la expedición: Francisco Guzmán y varios soldados opositores.
Se rebeló contra Felpe II, al que escribió una grosera carta, para hacerse con un señorío en la selva. Llegó al Atlántico y, bordeando la costa, llegó a la actual Venezuela. Hartos de su crueldad, sus hombres lo arcabucearon en la actual Barquisimeto en 1561. Tenía unos cincuenta años. Antes de morir asesinó a su propia hija Elvira para evitar que fuese violada.